viernes, 31 de agosto de 2012

Feliz diferencia


Ser diferente nos desinhibe de los prejuicios de aquellos monótonos en igualdad, tan aburridos y sin propósito.

A mí no me vengan a decir que los negros son iguales a nosotros... ellos son superiores, ¡ellos sí que saben divertirse! Su despreocupación al hablar y la fluidez de sus movimientos son propias del hombre apasionado tan alejado del blanco estricto y preocupado.

Alegamos igualdad sólo por temor a lo distinto, pero no reflexionamos sobre el enorme valor de la diversidad presente incluso en nuestra familia; ¡no eres igual ni a tu madre!

Eso sí, esto no debe dar pie para discriminar, sino para valorar y respetar alegremente las variaciones entre personas.

Tuve este pensamiento en transmilenio mientras tres negros cantaban canciones que realmente no eran de mi preferencia, pero se volvían hermosas por la sensación que producían. Bailaban, reían, interactuaban y gozaban. ¡Qué viaje más agradable!

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